Las redes sociales son
ya un medio de comunicación básico e indispensable para las empresas. La
mayoría de las compañías han encontrado en los medios sociales la mejor forma
para interactuar con sus consumidores y mejorar su imagen de marca. Ya no hay duda de
los beneficios que estos espacios aportan a las organizaciones y ahora lo social también ha llegado a su ámbito interno. Hablamos de las redes
sociales corporativas.
Una red social
corporativa es un espacio que permite a los empleados relacionarse, colaborar e
intercambiar sensaciones ceñidas al ámbito laboral. Contribuyen a mejorar
la productividad de la empresa, ya que motivan al
personal haciéndolo participe de la vida de la compañía, sintiéndose como parte
importante de la misma.
Para que una red
social corporativa funcione se necesita la implicación de los empleados. La
finalidad de las redes sociales es fomentar las relaciones personales, por lo
que es necesario que todos los empleados se sientan parte del proyecto y con iniciativa para aportar y compartir su visión con los
compañeros. Una vez conseguido esto, la red social interna puede aportar los
siguientes beneficios:
·
La comunicación interna suele ser un problema en la mayoría de las
organizaciones. Diariamente se envían y reciben demasiados emails que
interrumpen y ralentizan la comunicación. Con estas plataformas se agiliza el intercambio de información, haciéndolo más fluido e
inmediato ya que la respuesta es a tiempo real.
·
Al ser un espacio para la participación dinámico y relajado, los
participantes se sienten con más libertad para aportar ideas
creativas que luego pueden ponerse en marcha siguiendo los procedimientos habituales.
·
Estar en contacto con todas las partes implicadas en el desarrollo de un
proyecto es a veces un auténtico caos. Si la gestión del mismo se hace a través
de una red social corporativa, la comunicación
es directa e inmediata, reduciendo el tiempo que normalmente perdemos en simples
trámites.
·
Hay que tener en cuenta que los aspectos que se van a tratar en la red
social interna son exclusivamente laborales, por lo que hay que crear un código de buenas conductas indicando qué
comportamientos no son aceptados, como comentar asuntos personales, criticar
compañeros… Además, se deben tener en cuenta una serie de normas de seguridad y
confidencialidad para evitar conflictos que puedan perjudicar a la marca.
De este modo vemos que
las redes sociales no son solo espacios para el ocio, sino que son una
herramienta estupenda para motivar a los empleados y conseguir una gestión
eficaz del trabajo que afectará positivamente a la empresa en todos los
ámbitos.
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